Apoya el Crowdfunding del centro social anarquista Disgraça de Lisboa

Disgraça – la historia de un centro social anarquista.
Hace 10 años decidimos romper con el aburrimiento que acechaba nuestras rutinas y nos unimos para abrir un espacio antiautoritario donde pudiéramos discutir y crear soluciones colectivas a problemas que habíamos llegado a individualizar. Hoy, en una ciudad devastada por la especulación inmobiliaria, la crisis inmobiliaria y la elitización de la cultura, nos unimos en resistencia para poner fin a la extracción mensual a la que estamos sometidos y adquirir colectivamente el espacio de Disgraça. Un espacio donde nosotres y tantes otres hemos estado organizándonos, conspirando, soñando y divirtiéndonos durante la última década, para garantizar un futuro que tendrá que ser cada vez más libertario y basado en la solidaridad y el apoyo mutuo, en lugar de uno basado en la realidad delmercado inmobiliario y propiedad privada, rehén de los terratenientes.

Todo empezó el 11 de septiembre de 2015. En lo alto de una de las colinas de Lisboa, se abrieron las puertas de Disgraça. De las paredes blancas e insípidas, de las habitaciones vacías con un eco apagado y de la multitud de deseos que se unían en aquel lugar, floreció este inquieto proyecto. Cayeron paredes, se levantaron paredes y se rayaron paredes. Y como si se tratara de un foco de insubordinación, proveniente de lo más profundo del subsuelo de la ciudad, materializamos, sala por sala, el potencial comunitario de cada une. Impulsades por sueños, deseos y necesidades comunes, construimos un comedor y salón social, una biblioteca, una sala de conciertos DIY, un taller donde reina el caos, una sala de ensayo y una sala de serigrafía, un gimnasio (la sala más ordenada), la tienda libre Desumana y, a partir de la memoria de un escaparate vacío, se creó una acogedora librería
anarquista: Tortuga.

Desde entonces, hemos dedicado innumerables horas de actividad individual y colectiva a las exigencias casi diarias del proyecto, como la gestión de conflictos, las olas de agotamiento, el metrónomo ingrato del alquiler, los altos gastos y la vida en una ciudad que se vacía de vida cada día que pasa. La autogestión es nuestro baluarte y hacerlo de manera sostenible es un lugar al que aún tenemos que llegar. Al adquirir colectivamente el espacio Disgraça, todos los colectivos de resistencia y movimientos sociales que dependen de este centro social ganarán mayor sostenibilidad y autonomía. Sin alquiler ni propietario, podemos centrarnos en seguir creando hoy el futuro que queremos construir mañana.

Un laboratorio informal de
prácticas antiautoritarias.
La ciudad de
Lisboa, como todas las grandes ciudades, es cada vez más hostil a formas de vida que contradicen la lógica mercantil. Muches de nosotres hemos sido expulsades de su centro a sus márgenes por magnates, emprendedores y nómadas digitales. Y aunque su inutilidad se traduce en una dependencia de nuestro trabajo y del movimiento diario de nuestros cuerpos hacia ese mismo centro, no toleran nuestra implicación en las dinámicas políticas, sociales y culturales del parque de atracciones de lujo al que llaman ciudad. Cada mes, muchos de nosotres perdemos nuestras casas o corremos el riesgo de perder espacios asociativos donde tenemos afinidades (recordemos a nuestros compañeros resistentes en Sirigaita y Zona Franca, por ejemplo). Ante la violencia del desplazamiento forzado de personas y espacios, nos hemos organizado en colectivos antidesalojos, en la ocupación de edificios vacíos que se llenan de vida con nuestra entrada, en la movilización colectiva de ocupación del “espacio público” en plazas, callejones y jardines.

Disgraça, este laboratorio informal, a menudo torpe pero obstinado, de prácticas y formas de pensar antiautoritarias, está organizado horizontalmente, por voluntaries que, entre elles y con quienes van allí, experimentan, se preocupan, piensan, deciden, se equivocan, antagonizan, transforman, catalizan, albergan y, juntes, se acercan a un ensayo de un mundo donde lo que moldea la vida no son las lógicas del capital ni el ritmo agotador de la batuta del imperio, sino la autoorganización, la autodeterminación y la expresión, el apoyo mutuo, (des)construcción de comunidad y subversión de lo que nos asfixia.

Con el tiempo, Disgraça ha sido
un lugar de convergencia y organización de luchas en la ciudad y más allá, proporcionando espacio para reuniones, preparación de materiales, eventos y recaudación de fondos. Entre los entresijos de mantener y organizar el espacio, hubo conversaciones y grupos de lectura sobre anarquismo, antirracismo, anticolonialismo y las más diversas luchas indígenas, queer y feministas. Reducir la brecha entre la teoría en los estantes de Tortuga y la práctica en nuestras vidas.

Hubo mesas redondas sobre la abolición
de las prisiones y el apoyo a los presos, la lucha por la vivienda y la okupación, así como estrategias de resistencia al capitalismo verde, el colapso climático y el extractivismo.

Cientos de bandas han tocado
en los abismos del espacio y han tenido lugar innumerables noches de cine y comedores veganos a donación solidaria. Florecieron espacios de aprendizaje DIY basados en el apoyo mutuo y hubo talleres sobre prácticas de salud antiautoritarias, soberanía alimentaria, autodefensa, software y hardware libres, arte DIY, reciclaje de materiales y producción de fanzines.

¿Y ahora?
Para continuar con estos deseos y luch
as, hemos elaborado un plan de un año y medio para asegurar, de una vez por todas, este espacio tan importante para todes nosotres. El plan consiste en conseguir préstamos sin intereses, eventos para recaudar fondos y una caravana por toda Europa. Aparte, estamos haciendo este crowdfunding: necesitamos recaudar 100.000 euros para finales del verano de 2024 para poder asegurar el espacio para
la sostenibilidad inmediata a largo plazo de
Disgraça y de todos los colectivos que utilizan el espacio. La cantidad restante tendría que ser recaudada en préstamos que devolveríamos poco a poco – pero cuanto más podamos recaudar aquí, más rápido podremos no tener obligaciones financieras y ser libres.


Si no puedes apoyar con donaciones, por su
puesto también hay otras cosas que puedes
hacer:

Estamos buscando compañeres dispuestes a hacernos préstamos solidarios a mediano/largo plazo, sin intereses. Estos préstamos serán fundamentales para pagar la primera cuota al propietario del espacio y los devolveremos en cuanto sean pedidos de vuelta, con un margen de seis meses.
Llamamos a colectivos (y a personas dentro y fuera de ellos!) que hayan compartido el espacio con nosotres en la última década, para que nos ayuden en la divulgación a través de redes y grupos afines. Queremos que este sea un proceso en conjunto!
Vamos a organizar varios eventos para recaudar dinero dentro y fuera de nuestro centro social durante el próximo año. Pedimos a otros grupos en solidaridad con Disgraça a hacer lo mismo en sus geografías.
Queremos hacer una caravana que pase por varios espacios y festivales antiautoritarios por toda Europa, para organizar eventos, charlas, difundir la palabra y juntar fondos.

Si quieres sumarte con alguna de estas ide
as u otras, mándanos un email a disgraca@riseup.net.

Más información en disgraca.com

Hasta pronto 🙂

Salud y Anarquia.

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