Por espacios horizontales donde quepamos todes

En este comunicado queremos exponer y denunciar lo ocurrido en nuestro CSO La Enredadera en torno al Movimiento Socialista (MS) y todas las asociaciones, con infinidad de siglas, que les rodean. Por varios motivos, entre ellos para combatir las prácticas jerárquicas que consideramos fuera de lugar en un espacio horizontal y para desvelar el ataque a compañeres por parte de miembres del MS.

Conviene señalar que la asamblea de La Enredadera está compuesta por los propios colectivos que forman el espacio. De tal manera que todos los colectivos y todas las personas que habitan y disfrutan del espacio pueden participar. Se busca que todes se
sientan incluides para poder construir un espacio al margen de las jerarquías y las opresiones. Conseguir abrir espacios seguros para todes, sin priorizar unas luchas sobre otras ni a unos grupos o personas sobre otras. Esto no quiere decir que no repliquemos
comportamientos machistas, homófobos, tránsfobos, racistas o clasistas. Todes tenemos estas mierdas metidas dentro, ya que hemos sido socializadas en esta mierda de sistema.

Pero tratamos de romper estas prácticas recreando un mundo donde quepan muchos mundos, como defienden los zapatistas. Buscamos deconstruirnos, dentro de lo posible.

Esta postura nos enfrentó al MS y sus prácticas jerárquicas. Ya habíamos tenido noticias de cómo el MS había ido copando ciertos espacios autogestionados en Euskal Herria, Madrid, Cataluña, Valencia, etc. Pero queremos mostrar nuestra propia experiencia en
La Enredadera, donde este movimiento ha estado participando en la Asamblea de vivienda.

Hace más de un año empezaron a llegar quejas a la Asamblea de la Enredadera por parte de compañeras del grupo de vivienda; se referían a prácticas que elles entendían que no encajaban en las líneas del CSO. Al principio no consideramos oportuno hacer nada, ya que nos parecía una intromisión en la forma de gestión del propio colectivo y esperábamos que se solucionasen dentro del mismo. Una de las cosas que nos frenaba a la hora de actuar era que las personas que se identificaban como pertenecientes a EPS (una de las siglas usada por el Movimiento Socialista) eran compañeres que llevaban mucho tiempo en el espacio y con las que habíamos compartido bastantes luchas. Pero las quejas seguían llegando y los
comunicados que venían de Euskal Herria hicieron saltar las alarmas.

Decidimos ver qué ocurría en la Asamblea de vivienda para exponer las quejas que nos estaban llegando en cuanto a la falta de horizontalidad en la toma de decisiones. Muches compañeres del  CSO estaban bastantes preocupades por lo que ocurría y necesitábamos comprobarlo de primera mano. La Asamblea de vivienda organizó un plenario al que asistimos gente de la Asamblea del espacio, cuestión que no fue vista con buenos ojos. Quizá esto fue una intromisión en su forma de gestionar y quizá tuvimos en esta ocasión una práctica jerárquica, cosa que les criticábamos a ellas. Pero también es cierto que, después de meses de oír críticas y quejas, y de ver que había ocurrido en otros CSO, estábamos ya con todas las alarmas encendidas. No justificamos lo que hicimos, sólo que no veíamos otra salida.

En este plenario se les señalaron varias cuestiones:

» Se indicó que estábamos en un espacio horizontal, donde todas las voces debían tener el mismo peso y que funcionaba por consenso, a lo que se llegó a responder que “había que naturalizar las jerarquías".

+ Se señaló que se relegaba el trabajo destinado a “los casos”, es decir, a las personas que vivían situaciones críticas con el tema de la vivienda, en favor de la formación ideológica y de la hiperestructuración.

+ Lesindicamos cómo ciertas prácticas parecían conllevar un racismo y un clasismo oculto, junto con un edadismo manifiesto repetido en frases como “los jóvenes somos más y trabajamos mejor”.

Afirmar que sólo los jóvenes universitarios son sujetos políticos es algo que deja de lado la realidad de muches compañeres, cosa que se nota bastante más en una asamblea de vivienda, donde la mayoría de la gente es racializada, migrante y con problemas y discriminaciones mayores que las de un joven blanco con estudios, por muy difícil que sea la vida para todes en este sistema de mierda.

Se pidió que revisaran esas prácticas, ya que no estaban en armonía con el CSO, que había llevado a cabo su propio plenario hacía unos meses.

En la respuesta que dieron a la Asamblea de la Enre, a través de un comunicado, consideraban que habíamos ejercido una intromisión en la gestión de su propio colectivo, sin que hubiera ni la más mínima autocrítica por la situación generada. Obviamente esta contestación crispó más los ánimos de las dos partes. Aun así, se nos indicó que ese no era el comunicado definitivo de la Asamblea de vivienda, por lo que esperamos a que nos llegara otro escrito consensuado por su parte.

Mientras tanto algunes compañeres de la Asamblea de vivienda se marcharon de la misma por las tensiones que se estaban produciendo. Hasta que hubo un incidente con un desahucio, que volvió a poner el tema en primera línea en la asamblea de la Enre.

Se dejó a una compañera sola ante una situación muy difícil por no querer seguir la línea que marcaban las personas pertenecientes al MS. Esto unido a los ataques a compañeres que presentaban oposición a sus prácticas dentro de la asamblea de vivienda, hizo que les pidiéramos reunirnos para tratar de solucionar los problemas. La Asamblea de vivienda no llegaba a un consenso sobre esta reunión; algunas personas manifestaban su desconfianza hacia la Asamblea del CSO, de la que indudablemente formaban parte.

Finalmente se decidió abordarlo de forma específica en una Asamblea de la Enre a la que asistieron algunas personas participantes del grupo de vivienda. Hay que destacar que, desde el principio, una de las dificultades para entenderse consistía en que las propias personas del MS no reconocían su pertenencia al mismo, o incluso lo negaban  categóricamente, aunque luego sus discursos siguieran el guión de MS.

Se les reprochó que seguían con prácticas jerárquicas, que no habían hecho autocrítica, que estaban dejando de lado a muches compañeres y que priorizaban la ideología por encima de todo, incluso por encima de los casos de vivienda y los cuidados de las personas dentro del colectivo. En esta reunión se volvieron a ver las estrategias utilizadas por estas personas, cuando hablaron de consensos que no eran tales.

También se les expuso otras formas verticales, que nos llegaron por boca de quienes participaron en la asamblea, como utilizar lenguajes lejanos y discursos complejos para ciertas personas sin formación académica; introducirse en comisiones estratégicas que
les daba poder en el grupo; utilizar protocolos para excluir a compañeres y entorpecer la discusión, tomar acuerdos no apoyados en el consenso, sino en la presión de una supuesta mayoría (que solía estar compuesta por gente del MS y que se conseguía con la colocación estratégica de estas personas en la asamblea); no decir claramente que se pertenece a una organización política y opinar como individuos sin vinculo previo; priorizar formaciones
ideológicas afines a su filiación política en vez de a las necesidades del colectivo poniéndolo como condición para participar de otras instancias, etc. Eso sí no vimos miembres de MS nunca con la escoba, la pala o fregando los platos. Elles son la vanguardia.

Alas pocas semanas nos llegaron noticias sobre la escisión que se estaba produciendo en la Asamblea de vivienda, provocada por las tensiones constantes y por las prácticas verticales de los miembros de MS. El proceso no ha sido sencillo. Las personas involucradas en el MS secuestraron las redes sociales, cambiando la contraseña para presionar y quedarse con el dinero, el nombre del colectivo, las propias redes e, incluso, según dijeron, con el espacio. Se llegó a despreciar a compañeras por ser racializadas. Muches compañeres tuvieron que aguantar esto mientras se les criticaba de forma personal. El secuestro de las redes por parte de las personas MS terminó en una mediación entre ambas partes y supuso que la
Asamblea de vivienda se escindiera definitivamente, yéndose del espacio aquella que estaba conformada en su mayoría por miembres de MS o por sus simpatizantes.

Gracias a les compañeres que han luchado por su colectivo, y que han mostrado una entereza y una paciencia casi infinita, acusadas y demonizadas cada vez que denunciaron el autoritarismo y la exclusión, (aunque algunas no aguantaron estos ataques y se marcharon), la Asamblea de vivienda sigue adelante en la Enredadera. Ahora les toca reconstruir la asamblea y seguir luchando porque la vivienda sea un derecho de todes y que las personas que están en más riesgo, que suelen ser mujeres racializadas migrantes y con un nivel adquisitivo bajo, tengan mecanismos para oponerse a este sistema.

Con este comunicado, que cuenta lo que hemos vivido en el espacio de la Enredadera durante más de un año, no queremos enemistarnos con les compañeres que se han incorporado al MS y que han estado con nosotres desde hace años (y podemos decirlo, con mucho cariño mutuo) sino remarcar que ciertas prácticas no tienen cabida en un espacio como el nuestro, que queremos horizontal y plural.

Nuestra lectura de la historia es otra y queremos aprender de ella en vez aferrarnos a obsoletas prácticas. Frente a otras ideologías, en nuestro espacio no queremos ni podemos excluir luchas como la feminista, la antirracista, la lucha del movimiento LGTBIQ+, ejercidas desde la base sin partidos políticos, ni jerarquías.

Nuestra esperanza no se basa en un cambio de clase en el poder, sino en la redistribución de este, a través de liderazgos consensuados y compartidos junto a responsabilidades y compromisos.

Cualquier persona está invitada a participar de ello en La Enredadera.

¡Mucho ánimo!

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