Anarquismo en Extremadura (I): la Federación Regional Extremeña de Sociedades de Resistencia de 1907
Un telegrama en manos de Lerroux.
A pesar del agitado vaivén de gobiernos que se dio durante el quinquenio negro español, entre 1905 y 1909, lo cierto es que a la inmensa mayoría de la población española le era indiferente quién presidía o dejaba de presidir el consejo de ministros o quién se titulaba como rey. A excepción de caciques que tenían la sartén por el mango o políticos interesados que buscaban medrar en los asuntos del gobierno, el pueblo llano vivía ignorante de las cuestiones de palacio, más preocupado por los sorteos de quintas que llevaban a los mozos a morir en tierras de ultramar o por la llegada de los recaudadores de contribuciones. Como dejó escrito Diego Abad de Santillán: “para el mundo oscuro del trabajo, especialmente en el agro, y también en los ambientes del proletariado industrial, lo que ocurría en las altas esferas del poder político, militar, eclesiástico era desconocido, tan desconocido como si ocurriese en algún país lejano o en otro planeta”i.
Aun así, ese pueblo obrero indiferente al vodevil político del Poder en ocasiones hacía llegar sus quejas a las altas esferas. El sábado 24 de noviembre de 1906 el diputado de Unión Republicana, Alejandro Lerroux, en interpelación al ministro de Gobernaciónii, dio lectura en el Congreso de los Diputados a un telegrama recibido desde Fregenal de la Sierra, provincia de Badajoz, acerca de la huelga mantenida por los obreros corchotaponeros, organizada por la Sociedad Obrera “La Unión”.
El mensaje informaba de la huelga contra la fábrica corchotaponera Conte Hermanos, en la que, a pesar de la actitud pacífica de los huelguistas, los patronos trataban de promover un conflicto abierto secundados por la benemérita, que les obedecía incondicionalmente. El telegrama decía:
“Esquirols, custodiados por parejas, armados garrotes, navajas y demás, provocan apedreando a pueblo y huelguistas. Benemérita prende huelguistas, pegándoles en cárcel, dejando libres impunes provocadores. Pueblo excitadísimo, témese conflicto. Por correo detalles. Salud, libertad. Presidente: Manuel Sánchez”iii.
Después de implantarse en Andalucía, la industria corchotaponera de Extremadura se inició en Jerez de los Caballeros y Alburquerque hacia mediados del siglo XIX, de la mano de inversores ingleses y catalanes principalmente, quienes encontraron en los alcornocales extremeños la materia prima que en otros lares escaseaba para la fabricación de tapones y cuadradillos de corcho. En poco tiempo esta industria se extendió por pueblos como Fregenal de la Sierra, Barcarrota, Cañaveral, Arroyo de la Luz, San Vicente de Alcántara o Cáceres, convirtiendo a la misma en una boyante fuente de empleo que venía a paliar la escasez y precariedad en otras tareas del campoiv. Una de esas empresas inversoras fue la de los hermanos italianos Conti, afincados en Fregenal con fábrica junto a la estación de ferrocarril. Castellanizaron el nombre comercial como “Conte Hermanos”, fabricante de serrines de corcho, especialidad en corchos granulados para diversos usos industriales, exportador de desperdicios de corcho prensado hidráulicamente, con casas en Londres, Algeciras y Oficina Central en Gibraltarv.
Las condiciones de trabajo en la fábrica de los Conte eran indignas y los sueldos miserables. Uno de los encargados, Pepe Casa, empleaba métodos esclavistas con los trabajadores. De él se decía que “castigaba a los obreros como si fueran bestias de carga”. Poco antes del 13 de noviembre de 1906 Pepe Casa abofeteó a las niñas Manuela Barragán y Dolores Domínguez, de 12 y 14 años respectivamente, empleadas que recorrían a diario dos kilómetros a pie, “sufriendo las calamidades del agua y del frío”, para llegar a la fábrica. Era tiempo de fuertes lluvias. Les pegó hasta que les hizo salir sangre por las narices. Todo ello por haber cometido el delito de equivocar la saca donde debían depositar unos taponesvi.
Los Conte se negaban a reconocer a la recién fundada Sociedad obrera “La Unión” de Fregenal y despidieron a sus representantes, quienes habían denunciado que los dueños de la fábrica no respetaban los acuerdos verbales adoptados. En un gesto de solidaridad con sus compañeros despedidos, muy propio de aquellos tiempos, el resto de trabajadores y trabajadoras de la empresa dejaron el trabajo y fueron a la huelga.
La Unión publicó entonces una hoja en la que se daban a conocer “los nombres de los obreros que, traicionando su causa y la de sus compañeros, hacen el repugnante papel de esquirols”, excitando al conjunto de la población obrera a que continuase con la huelga. En dicha hoja se manifestaba que “la avaricia, la insaciable avaricia de la burguesía, es la causa real de todos los conflictos”vii.
Los miembros de La Unión convocaron diversos mítines en Fregenal y en los pueblos de alrededor. Las autoridades municipales, con el alcalde frexnense a la cabeza, se pusieron de parte de los patronos, hasta el punto de que la misma Guardia Civil, tras la detención arbitraria de varios obreros y dos obreras, recriminó por boca de un teniente de Jerez de los Caballeros a los mismos patronos su actitud, haciéndoles saber “que los millones no dan derecho a cocear, a tirar mordiscos y a rabiar por muy bípedos que sean los Conte que usen tales arranques”viii.
Tras lo que parecía ser un triunfo inicial -tal vez debido a la huelga, o tal vez a la lectura del telegrama de La Unión en el Congreso de los Diputados por boca de Lerroux-, en diciembre de 1906 los hermanos Conte reconocen la representación de la sociedad obrera y readmiten a los despedidos, si bien mantienen el mísero jornal de una peseta, salario a todas luces insuficienteix.
En apenas unos días, en enero de 1907, los obreros cuadradores inician una nueva huelga. La Unión de Fregenal denuncia las artimañas de los patronos Conte, quienes para tapar deudas y justificar impagos a proveedores de otras casas burguesas obligan mediante las pésimas condiciones laborales a emprender un nuevo paro, ahora general. “Lanzar a los obreros a la miseria”, dice La Unión, “para tapar sus trampas y mal proceder, sólo es capaz de hacerlo quien sin conciencia explota al pueblo y a su costa vive”x.
El día 21 la Guardia Civil detiene a Luis Corrales Boza y Antonio Carrascal Boza, como presuntos autores de un incendio provocado en la fábrica corchotaponeraxi. La huelga se alargará, de forma intermitente, durante todo el año. La Unión “llama a la asociación a los demás obreros, que sólo piensan en la taberna, en el juego y en adular a sus amos”. El 20 de abril de 1907, acrecentado el conflicto, son detenidos el presidente de La Unión de Fregenal y el resto de la directiva. Cuando son trasladados por la Guardia Civil les sale al paso en medio de la calle Baldomero Regalado, a la sazón concejal y tercer alcalde de Fregenal, con la vara de mando en la mano. Seguro de su autoridad, protegido por eminentes propietarios, les recrimina su actitud como huelguistas, a la par que se ríe de su condición de presos. Baldomero Regalado regentaba un estanco y gustaba de cantar en la iglesia en los días de fiestaxii. A partir de ese día, 20 de abril de 1907, la Sociedad La Unión decreta un boicot cerrado contra el estanco de Regalado, pidiendo a los vecinos de Fregenal que no acudan a comprar a su negocio. Los únicos “obreros que no contribuyen al boicot son los esquirols de la pasada huelga corchotaponera, individuos que desde luego no contamos con ellos para nada”xiii. La Unión lanzará durante todo el año diversas hojas volanderas de este tipo, “recomendando” que nadie preste “servicio de ninguna clase a dos o tres personas de la población”xiv.
Pronto prenderá el ejemplo de estos obreros corchotaponeros asociados. Cuando llega el tiempo de la recogida de la aceituna, La Unión de Fregenal imprime las bases en las que reclaman a los propietarios de los olivares mejores condiciones de trabajo: 1,50 ptas. para los vareadores y de los 75 céntimos a la peseta para los apañadores. De no ser aceptadas por los propietarios o arrendatarios, habrán de apelar a la huelga, ya que no es posible que continúen trabajando en las actuales condiciones, en exceso desastrosas para los obreros agricultoresxv.
Sociedades hermanas.
Al otro lado del río Ardila, muy cerca de Fregenal de la Sierra, se había fundado en diciembre de 1906 una sociedad con el mismo nombre que la primera, la Sociedad Obrera “La Unión” de Fuente de Cantosxvi. Esta sociedad tomó en régimen de aparcería a un vecino del pueblo poco más de 200 fanegas de barbecho, para sembrarlas en colectividad, dado que entre los fines de sus estatutos estaba “proporcionar trabajo y capital colectivo a los asociados”. Pero los propietarios terratenientes de Fuente de Cantos no están por la labor de permitir aventuras colectivistas en sus tierras, y para malograr la labor de la sociedad obrera les basta con no roturarlas, condición necesaria si se quiere evitar la infestación por langosta que año tras año asola aquellos predios. Aledañas como son a las colectivizadas por La Unión, destruirán la sementera antes de que las mieses estén en razón de segarlas.
Así lo denunció el presidente de la sociedad obrera La Unión de Fuente de Cantos, Timoteo Pagadorxvii, quien pedía la intervención del Gobernador civil para obligar a los propietarios de aquellas tierras a roturarlas, con el fin de evitar la secular plaga que acibaraba el ánimo de las familias del campo extremeño y que tan bien supo retratar Felipe Trigo en sus novelas rurales.
En aquellos años Timoteo Pagador cultivaba ideas cercanas al anarquismo. En alguna ocasión publicó artículos en el periódico Tierra y Libertad, desarrollando las tesis de Proudhon, a quien acababa dándole la razón en cuanto a que “la propiedad es un robo”xviii, o recordando los principios de La Internacional. Las sociedades obreras se caracterizaban por aglutinar a socios que profesaban diversas ideologías, o a quienes no profesaban ninguna. Como explica Carlos Gil Andrés para el caso de Andalucía:
“por encima de las invocaciones generales de carácter ácrata y de la cuestión histórica del acceso a la tierra, las demandas de las sociedades obreras, en la mayoría de los casos, reclamaban reivindicaciones salariales, mejoras de las precarias condiciones de trabajo y peticiones concretas como el acceso a un empleo estable, la abolición del destajo y el uso de los recursos colectivos. En este sentido, las diferencias entre las diversas ideologías obreras, al menos para los militantes de base, no eran tan nítidas y distantes como pudiera parecer. A veces, la adscripción anarquista o socialista de una sociedad tenía mucho que ver con quién había llegado primero al pueblo”xix.
A principios de marzo de 1907 un propagandista madrileño de las ideas ácratas, Antonio del Río, recorre la sierra suroeste del campo extremeño. Recala en Fregenal, donde asesora a los obreros frexnenses en la huelga contra los hermanos Conte. Da un mitinxx en el domicilio de La Unión de Fuente de Cantos, en la calle Hernán Cortés, 9 (hoy Nicolás Megía), en el que pone “de manifiesto la importancia práctica de las huelgas cuando entre los obreros hay consciencia y noble unión”. Hace propaganda de los ideales igualitarios, “recomendando no elevar ídolos de ninguna especie, que sólo sirven para engañar y explotar a los trabajadores”.
Antonio del Río aboga por la igualdad de la mujer y reclama su participación en la lucha obrera. Al día siguiente por la tarde da otra conferencia en el patio de la sociedad, bajo el título “Lo que ha sido la mujer, lo que es y lo que debe ser”, a la que son invitadas las mujeres de Fuente de Cantos. El conferenciante pone como ejemplo de organización a la Sociedad de Obreras Sastras y a las Cigarreras de Madridxxi, de la que ha sido asesor en sus luchas contra la patronal del tabaco, cosechando numerosos aplausos y convirtiendo el acto dirigido a las mujeres en “un verdadero triunfo, por tratarse de la primera vez que en este pueblo y para asuntos de esta naturaleza se consigue la asistencia al acto de una representación femenina tan numerosa y escogida”.
Tras su fulgurante arranque entre la masa obrera desde que se acogieran las ideas de la I Internacional en 1869, el movimiento anarquista organizado español había sufrido diversos reveses. La FSORE (Federación de Sociedades de Resistencia de la Región Española), fundada en 1900 y entre cuyas reivindicaciones estaban la jornada de 8 horas y la huelga general, cerró sus puertas hacia 1905, tras un malogrado congreso convocado en La Coruña que nunca llegó a celebrarse. Todavía el 28 de octubre de 1907 se hizo pública una carta de Santiago Serrapio, en la que comunicaba: “La Federación Regional Española ha dejado de funcionar por indiferencia de las sociedades que la constituían”xxii.
Entre las causas del decaimiento estaban la larga noche persecutoria que se inició hacia finales del siglo XIX contra los grupos anarquistas y la criminalización de sus ideasxxiii, ante la indiferencia, por una parte, de un sector de las organizaciones obreras empeñado en participar en las componendas políticas institucionales, y por otra, acosados por una burguesía que, a diferencia del resto de Europa, acabó suicidándose al aliarse con las oligarquías nacionales en lugar de intentar derribarlasxxiv.
Ello provocó una diáspora de los grupos, pero no acabó con ellos. El historiador Julián Vadillo nos lo aclara: “a pesar de esa dispersión, el movimiento anarquista se valió de una táctica que venía utilizando desde los tiempos de la I Internacional. Ante las situaciones de excepcionalidad, persecución y dispersión, se guardaba la posibilidad de mantener lazos de unión locales, donde a partir de aspectos como la afinidad mantenía unas estructuras que de otra manera habría sido imposible sostener”xxv.
El federalismo.
Durante los últimos cuatro días de agosto de 1907 se celebró en Ámsterdam un congreso anarquista internacional, con representación española en la figura de Malatesta. En aquel congreso se revalidaron los principios federalistas de las asociaciones obreras, considerando a los individuos, grupos y federaciones como autónomos. Se aspiraba a la federación como fórmula de organización, al mismo tiempo que se desechaba la idea de la participación en los grupos políticos. Una de las cuatro ponencias aprobadas, la Moción R. Freideberg (aprobada por 36 votos contra 6), establecía textualmente:
“El anarquismo se opone, igualmente, a los medios preconizados por el socialismo marxista, como a los preconizados por el sindicalismo corporativista”xxvi.
En 1907 las sociedades obreras extremeñas compartían, en su mayoría y como acontecía con las andaluzas, un apoliticismo estatutario. Como afirmó el notario Juan Díaz del Moral: “existía entonces (…) en toda España una extensa corriente de opinión, común a todas las clases sociales, que consideraba a la política como una actividad amoral, de orden inferior, cuyos temas y motivos utilizan sus profesionales para medrar, para crearse una posición y para justificar toda suerte de desmanes y bellaquerías”xxvii.
Ya existían en Extremadura algunas sociedades obreras que participaban en federaciones “de la región española” con carácter libertario. Una de ellas era la Sociedad de ebanistas, carpinteros y similares de Cáceres, integrados en el ramo de elaborar madera de España. Este ramo editaba el periódico La Cuña, con el subtítulo de “Trabajo, Solidaridad, Federación”. La sociedad de Cáceres tuvo inicialmente su sede en la calle Caleros, 42, domicilio de José Criado, secretario primero, y después en la calle Nidos, 10, sede del centro obreroxxviii. El resto de la Junta Directiva, en julio de 1907, la componen Francisco Santillana (vicepresidente), Avelino Sobrado (secretario segundo), Eugenio Ollado (contador) y Juan Valiente (vocal cuarto)xxix. En la salutación de la federación de carpinteros aparecida en el ejemplar de La Cuña del 1 de mayo de 1907, podemos leer:
“Preciso es confesarlo, generalmente, en la Región Española, atraviesan las Sociedades Obreras de resistencia una honda crisis que a nuestro concepto y sin querer ahondarlo, juzgamos es debida a la escasez de trabajo por una parte y a las orientaciones contrarias al ideal societario que muchos obreros se han trazado sin darse cuenta”.
La referencia última iba dirigida al sindicalismo que comenzaba a pactar con las patronales y participaba del juego de la representación política. Los Sindicatos Agrícolas eran organizaciones creadas entre propietarios que trataban de defender sus intereses económicos y, sobre todo, su producción, amenazada por “la competencia imposible a que la obligan los productos del extranjero”xxx. Integraban estructuras en la que participaban Cámaras Oficiales Agrícolas, Comunidades de Labradores, Cajas Rurales de Ahorro y Préstamos y otras corporaciones agrarias. Entre sus fines estaba responder “a todo movimiento de opinión cerca de los poderes públicos, única forma de obtener para la agricultura y para la ganadería la protección racional y justísima a que tienen perfecto derecho como intereses esenciales para la vida de la nación”xxxi.
Clase aparte eran los jornaleros, quienes no poseían tierra y vivían de las diversas tareas del campo, según la temporada. Jornaleros y braceros pasan a ser considerados como clase obrera del campo cuando trabajan en industrias como la corchotaponera. Somos de la opinión de Cayetano Ibarra cuando dice que integraban la escala más baja en el medio rural, lo cual no significa que no contaran con cierta especialización, patente en el trabajo de pastoreo, porqueros, poda, injerto, esquileo, etc. Como nos explica Cayetano Ibarra, el trabajo del jornalero de Fuente de Cantos de temporada era de sacha, poda, recolección de cereal, garbanzo, uva, aceituna, etc. “y en los intervalos de estas faenas se veían obligados a ejercer otro tipo de actividades complementarias para poder subsistir: rebusco, espárragos, ranas, costillas, etc.”xxxii.
Partiendo de la salvedad ya señalada acerca de la falta de nitidez en cuanto a la distinción entre ideologías, la mayor influencia ácrata en tierras extremeñas se daba, precisamente, en la zona sur de la región. Fuente de Cantos está en plena Ruta de la Plata, la vía que atraviesa la península ibérica de sur a norte, el camino que siguieron las riquezas expoliadas a América con destino a llenar las arcas de los banqueros europeos durante el reinado de Austrias y Borbones. Como afirma Ángel Olmedo Alonso, uno de los pocos historiadores que se ha detenido en la peculiaridad anarquista de Extremadura, “un importante núcleo de donde parte la influencia anarquista hacia Extremadura es Andalucía a través de los pueblos del sur de Badajoz. No debemos olvidar que Sevilla fue siempre uno de los bastiones del anarcosindicalismo ibérico. La influencia sevillana está ampliamente documentada. A los contactos normales entre los sindicatos, hay que unir los contactos establecidos a través del intercambio de los trabajadores asalariados en faenas del campo, especialmente la recolección y el desplazamiento temporal para trabajar en la ciudad de Sevilla”xxxiii.
El empuje de la prensa ácrata.
La prensa anarquista de principios de siglo XX cumplía no solo la labor de propaganda, sino también la de dar a conocer la existencia de grupos, personas, acciones afines a la Idea y facilitar su contacto y enlace cuando fuera convenientexxxiv. El periódico ácrata Tierra y Libertad desempeñó este papel durante mucho tiempo, pero sobre todo a partir de noviembre de 1906, cuando se trasladó de Madrid a Barcelona como consecuencia de la detención de todos sus redactores, el grupo editor “4 de mayo”. Eran los días de la represión sobre la prensa anarquista a manos del gobierno Moret-Canalejas. Por la distribución de este periódico podemos hacernos una idea de la propagación de las ideas libertarias en Extremadura, distribución que se repartía por diversos puntos de Extremadura pero que era mucho más abundante en la zona surxxxv. A finales de noviembre de 1906 el periódico pedía paqueteros para Azuaga, Berlanga y Granja de Torrehermosa, “para extender más el radio de acción en que se desenvuelve la propaganda de este periódico”xxxvi. La labor del paquetero ha sido estudiada por Alejandro Civantos en su tesis sobre el auge y la caída del libro obreroxxxvii. Gracias a los paqueteros las publicaciones anarquistas llegaban a todos los rincones de la península, Portugal incluida, e incluso a otros continentes. Suponían una alternativa al sistema de distribución comercial. Por lo general era gente cercana a las ideas obreras que se encargaban de recibir en su propio domicilio paquetes de periódicos, libros, folletos o postales que luego repartían entre simpatizantes y que encontraban en esta labor una fuente de ingresos. El pago se hacía contra reembolso y la ocupación no estaba exenta de riesgos para las editoriales, debido a las constantes deudas y a la aparición, en ocasiones, de timadores que veían en el negocio una ocasión para lucrarse, quedándose con el producto de la venta.
En 1907 un ejemplar de Tierra y Libertad costaba 5 céntimos, y 1 peseta el paquete de 30 ejemplares. Por hacernos una idea de su difusión, el 17 de octubre de ese año el periódico daba noticia de haber enviado paquetes por valor de 15 pesetas a Azuaga (450 ejemplares), otras 15 pesetas a Fuente de Cantos y 6 pesetas a Alburquerque, a la sociedad corchotaponera (180 ejemplares).
Igual sucedía en otras localidades como Fregenal, Mérida, Jerez de los Caballeros, Almendralejo, Don Benito, La Haba, Olivenza, Puebla de la Calzada, Valdeobispo, Villar del Rey, Zahínos, etc., donde hay constancia de suscripciones o paqueteros. Ello nos da idea de la amplia difusión del periódico entre el sector obrero de la población, teniendo en cuenta, además, que los ejemplares pasaban de mano en mano o eran leídos en conciliábulos o corrillos en voz alta por quienes sí sabían a quienes no sabían leer.
Poco antes del congreso de Amsterdam, entre finales de julio y principios de agosto de 1907, se había constituido Solidaridad Obreraxxxviii en Barcelona, una federación local a la que se adhirieron 58 sociedades y que comenzó a publicar su conocido diario libertario del mismo nombre el 19 de octubre de 1907xxxix. En ese primer número, en un momento en que apenas existían federaciones libertarias en España, aparece ya un llamamiento a las sociedades obreras de la región extremeña para constituir una Federación Obrera Regional.
En ese manifiesto que La Soli publica en su página 4xl se denuncia la “misérrima situación” que viene sufriendo desde hace tiempo el obrero extremeño, acusada por la “falta de alimentación que sufre y la sobra de vejámenes que padece”, siendo “los más esclavizados que existen en todo el proletariado español”, situación que se debe a la “voluntad del burgués, del cacique y del cura, espectros que ejercen en esta tierra los fueros del señor feudal de otros tiempos”.
Es por ello que las Sociedades obreras de Fregenal de la Sierra y de Fuente de Cantos, que como hemos visto compartían no solo el nombre, sino también estrategias como la huelga e ideales de emancipación social, envían una carta circular a todas las sociedades obreras de la región, comunicándoles el acuerdo para constituir una Federación Regional Extremeña de Sociedades de Resistencia, con el fin de “mejorar las condiciones de trabajo y de vida de la clase proletaria”, y preguntándoles si Mérida les parece un buen lugar de reunión, circular que es también dada a conocer en parte minoritaria de la prensa regional extremeña informando de que aquellas sociedades que no la hayan recibido pueden darse igualmente por invitadas y, si están de acuerdo con la convocatoria, comunicar su asistencia al Presidente de La Unión de Fregenal, en Calle del Bolso, números 8 y 10, principalxli.
Gracias al anarcosindicalista Ángel Pestaña conocemos esta circular-convocatoriaxlii firmada por Manuel Sánchez y Manuel Murillo, Presidente y Secretario respectivamente de La Unión de Fregenal, fechada el 5 de noviembre de 1907xliii. Por su interés, reproducimos la circular, que dice así:
“CONDICIONES QUE HAN DE TENER EN CUENTA LAS SOCIEDADES.
1º. Una Sociedad podrá mandar uno o más delegados, todos con voz, para tomar parte en los turnos de discusión, pero sólo uno tendrá voto.
2º. Un delegado podrá representar una o varias Sociedades, pero sólo tendrá un voto.
3º. Todo delegado irá provisto de su correspondiente nombramiento, en el que conste la Sociedad que le caracteriza y el número de socios que la componen.
4º. Las Sociedades adheridas y las que al recibir la presente quieran adherirse a la idea iniciada, pueden escribirnos, dándonos conocimiento de hallarse dispuestas a mandar delegado, para disponer nosotros todo lo necesario para el caso; advirtiendo que lo hagan enseguida para ultimar todos los preparativos, pues ya están marcados los días en que ha de celebrarse la Conferencia.
Sin embargo, de habernos atrevido a presentar estas condiciones, por nuestra parte, todo será susceptible de modificarse en conformidad con el criterio que predomine entre los delegados, una vez constituidos en asamblea.
SOBRE LAS BASES DE LA FEDERACIÓN.
La forma en que habrá de constituirse la futura Federación Regional Extremeña de Sociedades de Resistencia, será aquella que las Sociedades congregadas designen por mediación de sus delegados, los cuales llevarán poderes (dentro del criterio de su Sociedad) para aprobar, reprochar y proponer lo que crean más conveniente.
Aunque cada sociedad pueda proponer y aprobar mediante su delegación lo que más conveniente crea, nosotros proponemos sobre el particular varios puntos de lo más fundamental, que después ampliaremos allí, y son los siguientes:
1.º Federación libre. (Federación libre es la que se establece por libre acuerdo, sin más reglamentación que la conciencia y el criterio del individuo, ni más compromiso que el que manda la SOLIDARIDAD).
2.º Organización de los pueblos no asociados en la región.
3.º Creación de un periódico defensor de la clase obrera.
Días y sitio en que habrá de celebrarse la Conferencia.
Los días en que habrán de celebrarse las sesiones de la Conferencia de Sociedades de Resistencia, serán 21, 22, 23 y 24 del presente mes de noviembre.
Teniendo en cuenta lo céntrico de la población, para más facilidad, se ha acordado que la Conferencia se celebre en Mérida, donde deberán estar los delegados el día 20 de este mismo mes de noviembre, para cambiar impresiones.
A LOS COMPAÑEROS.
Una vez planteada la forma en que –según nuestra poca experiencia de las cosas- habrá de celebrarse la mencionada conferencia, rogamos a los compañeros nos dispensen los errores en que hayamos incurrido, pues es la primera vez que organizamos actos de esta índole; pero entendemos que con buena intención todo se hace; y si nosotros no tenemos previsto todo lo concerniente al caso, cuando nos reunamos todo se arreglará.
Así, pues, compañeros, a concurrir al acto y a demostrar con nuestra actividad y nuestra unión que no estamos dispuestos a seguir siendo voluntariamente la bestia de carga. A unirnos, a organizarnos en Federación fuerte y viril para emanciparnos de la pesada carga social que llevamos sobre nuestros hombros.
Y entretanto llega el día deseado, recibid todos un abrazo fraternal de estos que os desean emancipación social.
Fregenal, 5 de noviembre de 1907.- El presidente, Manuel Sánchez; el secretario, Manuel Murillo.” xliv
Lo expresado por esta circular desvela el contacto previo que debía de existir ya entre las diversas sociedades obreras convocadas. El 1 de noviembre Timoteo Pagador, presidente de la Unión de Fuente de Cantos, acudió a Azuaga, al local de la Sociedad Obrera La Emancipación, presidida por Manuel Jiménez Bustamante, a inaugurar la escuela racionalista sostenida por esta sociedad y que abrió sus puertas a los hijos de los obreros el 5 de noviembre de 1907. En ese acto Pagador aprovechó para pedir la libertad del anarquista José Nakensxlv, director de El Motín detenido desde mayo de 1906 acusado de haber encubierto a Mateo Morral, autor del atentado contra Alfonso XIII el día de su boda.
Aunque en la circular los convocantes excusaran “los errores en que hayamos incurrido, pues es la primera vez que organizamos actos de esta índole”, lo cierto es que tanto algunos de los delegados como de las sociedades que habrían de representar ya tenían experiencia en actos de este tipo, pues habían participado en el anterior congreso obrero de Torre de Miguel Sesmero de 1902, organizado por La Germinal Obreraxlvi.
El primer punto propuesto para tratar, la creación de una federación libre, establecida por libre acuerdo, “sin más reglamentación que la conciencia y el criterio del individuo, ni más compromiso que el que manda la SOLIDARIDAD”, apunta al carácter ácrata de la reunión. Esta declaración inicial de intenciones, mediante la cual se anteponía el “criterio del individuo” a la organización colectiva, es reflejo de la discusión que desde tiempos de la FTRExlvii se daba entre el anarco-colectivismo, heredero de las ideas de Bakunin, y el anarquismo-comunista, propugnado ahora por Kropotkin, cuyo libro La Conquista del pan había sido publicado en España en 1906 y se leía en los conciliábulosxlviii.
El encuentro en Mérida. Hacia el anarquismo.
La anfitriona del congreso a celebrar en Mérida los días 21, 22, 23 y 24 de noviembre fue La Sociedad Obrera La Productora. Esta Sociedad había sido fundada en 1903. Su presidente era Leandro Blázquez, quien ya había apoyado anteriores huelgas, como la huelga general del campo en la provincia de Badajoz convocada en junio de 1901 por La Germinal en defensa de los bracerosxlix.
La Productora de Mérida abrió una escuela popular (llamada Escuela Popular de Mérida) para los hijos de los obreros de esta ciudad. El 1º de mayo de 1906 se hicieron exámenes y los niños y niñas estrenaron un uniforme escolar costeado por los socios de La Productora. El Tribunal de examen fue presidido por Antonio Pardo, acompañado por una Comisión de Instrucción designada por la sociedad e integrada por los obreros Miguel Aparicio, Fernando Saucedo y José Collado, a la sazón secretario de La Productora. Llamó la atención el que “hasta los niños más pequeñitos conocían la cartilla métrico-decimal”l.
Sabemos que en Mérida se recibían y distribuían periódicos como Tierra y Libertadli. El elemento obrero de la ciudad se solía reunir en La Tercia, donde estaba el Liceo de Artesanos, en la calle Bastimento (hoy día calle de Los Maestros). Allí, el jueves 21 de noviembre dio inicio el congreso convocado, constituyéndose una mesa definitiva y votada por unanimidadlii, formada por´:
- Presidente: Timoteo Pagador, delegado de La Unión de Fuente de Cantos.
- Vicepresidente: Manuel Sánchez, delegado de La Unión de Fregenal de la Sierra.
- Secretario: Restituto Carrasco, delegado de La Unión de Fuente de Cantos.
- Secretario: Baldomero Tanco, delegado de Salir del Sueño de Jerez de los Caballeros.
- Secretario: José Sánchez, delegado de El despertar del siglo XX, de Almendral.
La mesa organizadora recogió 19 credenciales representativas de las siguientes sociedades obreras:
- La Unión, de Fuente de Cantos.
- La Emancipación, de Azuaga.
- La Unión, de Fregenal de la Sierra.
- La Confianza, de Llerena.
- La Fraternidad, de Higuera La Real.
- Salir del Sueño y Nuevo Sol, de Jerez de los Caballeros.
- Centro Instructivo, de Zahínos.
- La Fé, de Fuentes de León.
- El Renacimiento, de Barcarrota.
- La Luz, de Torre de Miguel Sesmero.
- La Vida del Agricultor, La Fraternal y la Humanitaria, de Don Benito.
- El Despertar del Siglo XX, de Almendral.
- La Productora, de Mérida.
- La Defensa, de Montijo.
- La Fraternidad, de Arroyo de San Serván.
- La Fraternidad, de Encinasola.
Esta última, aunque pertenecía a la provincia de Huelva, “se aceptó por su proximidad y relaciones fraternales con las sociedades de los pueblos inmediatos de nuestra provincia”liii.
El segundo día del congreso, el viernes 22 de noviembre, la sociedad anfitriona La Productora lanzó el siguiente comunicado a los trabajadores de Méridaliv:
“Compañeros:
Al movimiento social que se opera en todo el mundo civilizado está respondiendo una gran parte de los trabajadores extremeños que, no hallándose dispuestos a seguir siendo esclavos voluntarios, quieren formar parte de la gran organización obrera moderna que nos ha de conducir a gozar del imperio de nuestra emancipación económico-social.
Nosotros, los que en las presentes y críticas circunstancias tenemos el alto honor de dirigirnos al noble aunque apático elemento obrero de esta culta e importante ciudad, deseosos de contribuir en lo más posible a esa gran obra emprendida por nuestros hermanos, los desheredados de la fortuna, hemos creído prudente, además de prestar nuestro concurso como tales, llevar a vuestras conciencias el eco vivificador universal, que repercutiendo en el desolado espacio que baña los límites de nuestra desgraciada región, nos anuncia la próxima desaparición de nuestras desdichas.
Aquí mismo, en Mérida, en esta histórica población donde en remotos tiempos se albergaba el recalcitrante desenfreno de la opresión, se halla en la presente una pléyade de compañeros nuestros que, basados en la sana libertad, conferencian sobre la forma en que habremos de descansar libres y emancipados de nuestros pasados y presentes sufrimientos.
Estos humildes compañeros nuestros, aprovechando su estancia en ésta, desean dirigiros un saludo fraternal, sin duda para llevar a sus respectivos pueblos la grata impresión que produce saludar a los que, a pesar de estar desunidos, pertenecen a la gran familia productora.
Y por tal motivo, os invitamos al mitin que habrá de celebrarse el día 23 del corriente, a las siete de la noche, en La Tercia, donde también os esperan estos que os desean Emancipación Social.
Mérida, 23 de noviembre de 1907. –Por la Sociedad obrera La Productora, el presidente, Leandro Blázquez.- El Secretario, José Collado”.
El domingo 24 de noviembre, terminadas las resoluciones, la recién constituida Federación Regional Extremeña de Sociedades Obreras, publicó el siguiente documentolv:
FEDERACIÓN REGIONAL EXTREMEÑA DE SOCIEDADES OBRERAS
Considerando las Sociedades que al final se expresan, que es de suma necesidad para los trabajadores extremeños la creación de una Federación de todas las Sociedades de la región, a ello se han prestado gustosas, pues esa es la forma que han entendido y entienden factible para poder emanciparse de la influencia del capitalismo en sus diferentes manifestaciones.
¿Qué para ello será preciso desarrollar una gran actividad y hacer muchos sacrificios? Lo sabemos. Pero también sabemos que, de seguir en la inacción esta, nos había de conducir a la esclavitud desenfrenada que se opera por medio de la explotación moderna.
Los progresos de la maquinaria en sus diferentes ramos; las continuas cargas del estado y las nuevas transformaciones que en el orden burgués se operan, son garrapatas que se pegan al cuello de los obreros de aquellas regiones que menos evolucionan en la marcha de las ideas sociales.
Por eso, mientras otras regiones son respetadas por los gobernantes, la nuestra está en el olvido, no ocupándose de ella más que para estrujarla y sacarles a sus laboriosos y oprimidos obreros hasta el último céntimo. Y por eso también nuestros patronos nos tratan como a perros y ni el derecho de asociación quieren concedernos, causa por la cual muchos de nuestros compañeros se ven perseguidos por la autoridad.
¡Y así no se puede vivir!
¡Obreros extremeños!: ¡La emancipación de los trabajadores ha de ser obra de los trabajadores mismos!
Dicho esto a modo de exhortación, si queréis que mejoremos nuestras condiciones de vida y creéis que el procedimiento federativo es bueno, os presentamos las siguientes
BASES ACORDADAS POR LOS DELEGADOS REPRESENTANTES DE LAS SOCIEDADES FEDERADAS
1.ª Esta federación tiene por objeto mejorar la condición económica de los obreros; difundir por todos los medios posibles la instrucción; defender a aquellos compañeros que sean perseguidos por propagar las aspiraciones de esta Federación y todo lo que tienda a hacer desaparecer la explotación a que está sujeto el obrero.
2.ª Cuando una Sociedad, declarase una huelga por motivos de dignidad o en defensa de sus intereses, lo comunicará al Comité Directivo de la Federación, pero sólo podrá la colectividad que la efectuare participar de los beneficios de la solidaridad voluntaria.
3.ª Cuando una Sociedad, de acuerdo con la Federación, por medio del Comité de la misma declarase una huelga parcial o general de tal importancia, para aumentar el salario o rebajar la jornada de trabajo, las colectividades federadas contribuirán con una cuota semanal voluntaria, cuya cantidad remitirá a la Sociedad que se halle en huelga.
4.ª En virtud de la escasez de trabajo que arroja a los obreros a una constante y penosa emigración, y teniendo en cuenta que todos los destajos disminuyen el trabajo, las Sociedades federadas harán todo los posible por abolir estos.
5.ª En atención a las calamidades que pasan los obreros peregrinando el trabajo, se acordó que al llegar uno a un pueblo forastero, escaso de recursos, se le facilitará el socorro de una peseta cincuenta céntimos, después de comprobar que pertenece a esta Federación, y acredite estar al corriente en el pago de sus cuotas en la Sociedad de la que procede.
6.ª El presidente del Comité Directivo recomendará a las Sociedades que crea con fuerzas para ello la creación de escuelas laicas donde se instruya a los hijos de los obreros asociados.
7.ª Siendo de gran importancia para el desarrollo de esta Federación la creación de nuevas Sociedades obreras, se acordó que el Comité Directivo encargue a las Sociedades que crea se hallen en mejores condiciones, que formen comisiones de propaganda para hacer excursiones a los pueblo que, a su juicio, la necesiten para organizar en ellas Sociedades obreras que coadyuven a la Federación.
8.ª Toda Sociedad que desee ingresar en esta Federación los solicitará por escrito al Comité Directivo, presentando dos ejemplares de su Reglamento para ver si están conformes con las aspiraciones de la Federación, y, en caso afirmativo, ingresará en esta.
9.ª Esta Federación tendrá su Comité Directivo en la Sociedad obrera La Unión, de Fuente de Cantos.
10.ª Las reuniones de las Sociedades que componen esta Federación, y las que posteriormente a esta fecha ingresasen en ella, se efectuarán, mediante delegación, cada dos años, o cuando lo juzgue conveniente el Comité Directivo o lo soliciten la mayoría de las Sociedades federadas.
11.ª Se publicará un periódico denominado La Federación, órgano de las Sociedades obreras extremeñas y defensor de la clase trabajadora.
Mérida, 24 de noviembre de 1907.
Sociedades representadas: Fregenal: La Unión; Zahínos: Centro Instructivo Obrero; Fuente de Cantos: La Fe; Higuera la Real: La Fraternidad; Jerez de los Caballeros: Salir del Sueño y El Nuevo Sol; ; Llerena: La Confianza; Azuaga: La Emancipación; Arroyo de San Serván: La Fraternal; Almendral: El Despertar del siglo XX; Torre de Miguel Sesmero: La Luz; Mérida: La Productora; Don Benito: La Humanitaria, La Fraternal y La Vida del Agricultor; Barcarrota: El Renacimiento”.
Federalismo, apoyo mutuo, laicismo, propaganda, asamblearismo… todos los principios éticos, métodos de organización y de acción anarquista están presentes en estas bases que suscribirían 16 de las 19 sociedades que acudieron al congreso. Únicamente La Emancipación de Encinasola, La Fe de Fuentes de León y La Defensa de Montijo no adoptaron el acuerdo federativo.
La reacción del capital y los señoritos de Badajoz.
Si en Cataluña la federación Solidaridad Obrera había surgido como reacción a Solidaridad Catalana, la agrupación de partidos políticos liberales y organizaciones burguesas, en Extremadura sucederá al contrario. El 12 de enero de 1908, apenas mes y medio después de la iniciativa de las sociedades obreras, parte de la oligarquía extremeña se alía con el elemento liberal burgués de la región para fundar La Unión Extremeña, una organización regionalista que, según su base primera, tenía por objeto “el fomento y defensa de los intereses de Extremadura bajo la enseña santa de la patria española”lvi.
Constituida entre el 11 y el 12 de enero de 1908 en el local de la Cámara Agrícola de Badajoz, sus impulsores fueron significados propietarios y políticos burgueses de la Extremadura de la época, como el diputado liberal Juan Muñoz Cháves, amigo muy cercano de Segismundo Moret, Ricardo Carapeto, presidente efectivo de la Cámara Agrícola y luego alcalde durante la dictadura de Primo de Rivera (en premio al apoyo prestado al dictador), el Vizconde del Parque, presidente honorífico de la Cámara Agrícola, el Conde de Osilo, representante de las Comunidades de Labradores, Antonio Martínez, de los Sindicatos agrícolas, Martínez de Pinillos, presidente de las Cajas Rurales de Badajoz (que poseían un capital que ascendía a 82.000.000 de pesetas), Urbano Ortiz González, presidente de las Cajas Rurales de Cáceres, Luis Plá y Soto, presidente de la Cámara de Comercio de Badajoz, Rafael Orduña, presidente de la Sociedad Económica y Luis González Chacón, presidente del Consejo Provincial de Agriculturalvii. Entre tanto preboste y oligarca figuraron dos representantes de las sociedades obreras (así informado por la prensa): Florencio Gómez y Manuel Elías, del Centro Obrero de Badajoz, que no había participado en la constitución de la Federación Regional Extremeña de Sociedades Obreras de Resistencia.
La Unión Extremeña era un conjunto de organizaciones de carácter netamente capitalista que aglutinaba al rico empresariado, políticos liberales y alto funcionariado de Extremadura. Estaría dirigido por un organismo denominado Consejo de la Unión Extremeña que distaba mucho, en su toma de decisiones, del principio de democracia y asamblearismo entre las organizaciones representadas. En previsión de posibles contratiempos de sus intereses en las tierras extremeñas, su base 13 establecía: “El Consejo estudiará las necesidades de la Comarca y solicitará el apoyo de todas las fuerzas vivas de la misma, para la realización de sus acuerdos”.
Prácticamente todos los periódicos extremeños, y sobre todo pacenses, sirvieron de altavoz a la fundación y propósitos de La Unión Extremeña, pero el que más espacio y atención dedicó al nuevo partido regionalista fue El Noticiero Extremeño. En enero de 1909, con ocasión de un mitin en Villafranca, transmitía así las aspiraciones de La Unión Extremeña:
“Para nosotros no hay más lema que este: ¡Dios, Patria, Autonomía!
¡Entiéndase bien: Dios, Patria, Autonomía!
Y fuera de eso nada más”.
El intento de La Unión Extremeña de ofrecer una imagen de cohesión y unidad entre obreros y patronos (a través de la inclusión de dos obreros como representantes de las sociedades obreras Florencio Gómez y Manuel Elías), fue denunciado por Timoteo Pagador, el recién nombrado Presidente de la Federación Regional Extremeña de Sociedades Obreras, con una carta enviada a los periódicos desde Fuente de Cantos con fecha de 18 de enero de 1908lviii.
Timoteo denunciaba que la Federación Regional Extremeña de Sociedades Obreras no había enviado ni autorizado a ningún delegado para que formase parte de La Unión Extremeña, tal y como esta misma señalaba y de lo que algunos medios se hacían eco. Reclamaba una retractación pública, la cual no se hizo esperar, pues apenas unos días después el Centro Obrero de Badajoz publica un comunicado, firmado por Adolfo Escobar, en el que se informa de que, efectivamente, Florencio Gómez y Manuel Elías fueron designados solo por el Centro Obrero de Badajoz para acudir en representación suya a la convocatoria para la fundación de La Unión extremeña, y nunca fueron en representación del conjunto de las sociedades obreraslix.
Poco después de este “comunicado”, Timoteo Pagador vuelve a publicar otra carta en la Región Extremeña como presidente de La Unión de Fuente de Cantos en la que achaca al Centro Obrero de Badajoz su entregado colaboracionismo con La Unión Extremeña, recriminándole que acuda presto a la convocatoria de la sociedad capitalista mientras rechazó la invitación para formar parte de la Federación Regional Extremeña de Sociedades Obreras. Timoteo Pagador informa, además, que la recién creada Unión Extremeña no invitó en ningún momento para su fundación a ninguna sociedad obrera de Extremadura…salvo al Centro Obrero de Badajozlx. Cabe pensar que, después de la fuerte represión ejercida en Badajoz contra La Germinal obrera a consecuencia de los hechos del 2 de junio de 1902, el elemento organizado obrero en Badajoz respondía adecuadamente al interés de los partidos liberales burgueses, las autoridades gubernativas y la “gente de bien”.
El periódico La Federación y el apoyo a la CNT.
A pesar de su fulgurante arranque, tras esta disputa en la prensa regional, durante 1908 se pierde la pista de la Federación Regional Extremeña de Sociedades Obreras. Ello no significa que desapareciera, pues encontramos intervenciones aisladas de algunos de sus artífices en la prensa ácrata, como el artículo de Timoteo Pagador en el Tierra y Libertad del 22 de octubre de 1908. Tenemos constancia de que se cumplieron algunos de los puntos acordados en Mérida, como fue la edición de un periódico que sirviera de altavoz y propaganda a las sociedades obreras federadas.
Aquel periódico fue La Federación, editado por la sociedad La Unión de Fuente de Cantos en representación de la Federación de Sociedades Obreras de Extremadura y dirigido por Timoteo Pagador. Sabemos que hubo al menos uno o dos números de esta publicación, de la que dan constancia Ángel Pestaña, Abad de Santillánlxi y, en Extremadura, Carretero Melolxii.
Entre el 6 y el 8 de septiembre de 1908, la Federación local Solidaridad Obrera celebra su primer congreso regional en Barcelona y se convierte en la Confederación Regional de Sociedades de Resistencia Solidaridad Obrera, animando a que el resto de sociedades y federaciones de carácter eminentemente anarquista, más allá de la región catalana, entren a formar parte de la misma. En esta confederación estaban presentes alrededor de 109 agrupaciones representadas por 142 delegadoslxiii. Inicialmente participan algunos socialistas y liberales, quienes la abandonarán definitivamente cuando Solidaridad Obrera celebre en el Palacio de Bellas Artes de Barcelona el 2º Congreso de la Confederación Regional e, impulsado por las sociedades, se convierta en el congreso constituyente de la Confederación Nacional del Trabajo, la CNT, los días 30, 31 de octubre y 1 de noviembre de 1910.
Producto de este llamamiento resultará la adhesión de la Federación Regional Extremeña de Sociedades Obreras a los postulados de la Confederación Regional Solidaridad Obrera, según información dada por Manuel Buenacasa, quien dice que “existe un acuerdo de la Federación Extremeña por el que se nombra su órgano en la prensa, el de los trabajadores de Cataluña”lxiv. Buenacasa insiste en la amplia respuesta que dan las diversas sociedades de España al llamamiento de Solidaridad Obrera, diciendo que “también las Federaciones de La Coruña, Zaragoza, Gijón, Granada, y los agricultores de la comarca de Cádiz, Jaén y Córdoba, entre otros, se manifiestan partidarios de la creación de un organismo que responda a las necesidades espirituales del proletariado”.
El activismo huelguista y sindical iniciado a finales de 1906 en Fregenal de la Sierra y Fuente de Cantos, protagonizado por las sociedades obreras homónimas de La Unión y que cristalizó en la Federación Regional de Sociedades de Resistencia, evolucionaría hacia la adopción de las ideas de carácter netamente anarquista, desplazando el foco de influencia hacia la cercana Azuaga, donde existe un fuerte elemento obrero dedicado a la minería y a la agricultura que comienza a organizarse a partir de 1906, bajo la impronta del comunismo libertario, y que ejercerá una amplia influencia que perdurará hasta más allá del final la Guerra Civil, con terribles consecuencias para algunos de sus inspiradores y protagonistas. Este movimiento libertario arsense se caracterizará no solo por su actividad sindical, sino también por su acción cultural en pro de una vida mejor donde las personas, a través de la instrucción y del libro, lleguen a alcanzar algún día, por sí solas, su propia emancipación y logren vivir en un mundo de hermanos donde cese la desigualdad, en una Tierra que habrá de ser Paraíso libre de la Humanidadlxv.
Chema Álvarez Rodríguez, Montijo (Badajoz).
Notas
i Diego Abad de Santillán, Alfonso XIII, la II República, Francisco Franco, Madrid, Ediciones Júcar, 1979, p. 29.
ii Entonces Bernabé Dávila, ministro del gabinete presidido por José López Domínguez.
iii Diario de las Sesiones de Cortes, Congreso de los Diputados, sesión del sábado 24 de noviembre de 1906, p. 4180.
iv Martin Baumeister da la cifra de 5.000 obreros taponeros trabajando en la provincia de Badajoz en 1900, todavía muy próximos al artesanado. Martin Baumeister, Campesinos sin tierra, Supervivencia y resistencia en Extremadura (1880-1923); traducción de Joaquín Abellán, Madrid, Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, 1997, p. 56.
v Así se anunciaban en la prensa regional y nacional.
vi Buzón de Tierra, en Tierra y Libertad, 21-11-1907. p, 3.
vii Buzón de Tierra, en Tierra y Libertad, 29-11-1906, p. 4.
viii Huelga Solucionada, Tierra y Libertad, 13-12-1906.
ix Tierra y Libertad, 13-12-1906, pág. 2.
x Buzón de Tierra, Tierra y Libertad, 24-01-1907, P. 4.
xi Interesante, La Región Extremeña, 22-01-1907, P, 2.
xii Fiestas en Fregenal, Noticiero Extremeño, 29-04-1906. P. 1-2.
xiii Fregenal, El corresponsal, Tierra y Libertad, 08-08-1907, P. 4.
xiv Nuevo Diario de Badajoz, 20-12-1907, Pág. 2.
xv Fregenal, Solidaridad Obrera, 30-11-1907, p. 4.
xvi Sobre esta sociedad, sus estatutos y su desarrollo, ver Antonio Manuel Barragán-Lancharro, Fuente de Cantos a principios de siglo XX (1900-1931) en Actas XI Jornadas de Historia de Fuente de Cantos, Gráficas Diputación de Badajoz, Pág. 107.
xvii La Región Extremeña, 7-11-1906, Pág. 1, Carta abierta.
xviii T. Pagador, Divagando, en Tierra y Libertad, 22-10-1908, pág. 3.
xix Carlos Gil Andrés, La Aurora proletaria. Orígenes y consolidación de la CNT, en Julián Casanova, coord., Tierra y Libertad, Cien años de anarquismo en España, Barcelona, Editorial Planeta, 2010, Segunda reimpresión de 2020, Pág. 107.
xx F.R.M, Ecos proletarios. Fuente de Cantos, en Tierra y Libertad, 7-03-1907, Pág. 3.
xxi Para conocer mejor la historia de estas sociedades de carácter feminista y obrera, ver el libro de Ana Muiña, Rebeldes periféricas del siglo XIX, Madrid, La linterna sorda, 2021.
xxii Francisco Olaya Morales, Historia del movimiento obrero español, 1900-1936. Madrid, Confederación Sindical Solidaridad Obrera, 2006. Pág. 185.
xxiii Tras la bomba lanzada al paso de la procesión del Corpus en la calle Cambios Nuevos de Barcelona, el 6 de junio de 1896, se inicia el terrible proceso de Montjuïc. Como consecuencia se dicta la Ley de represión del terrorismo del 2 de septiembre de 1896.
xxiv Alejandro Civantos Urrutia, Leer en rojo. Auge y caída del libro obrero (1917-1931).Madrid, Fundación de Estudios Libertarios Anselmo Lorenzo, 2017, Pág. 18.
xxv Julián Vadillo Muñoz, Historia de la FAI. El anarquismo organizado. Madrid, Los libros de la catarata, 2021, pág. 53.
xxvi Olaya Morales, obra citada, pág. 184.
xxvii Juan Díaz del Moral, Historia de las agitaciones campesinas andaluzas, Madrid, Alianza Editorial, 1967, pág. 197.
xxviii Desconocemos año de constitución de esta sociedad. En el año 1910 José Criado sigue siendo su presidente. La Fiesta del Trabajo en Cáceres, El Norte de Cáceres, 2-05-1910, Pág. 1.
xxix La Cuña, Badalona, 1-09-1907.
xxx Movimiento social agrario en Extremadura, Federación Agraria Extremeña, Órgano oficial de las cajas rurales de Extremadura, Año I, Nº 3, Badajoz 30-11-1907, P. 23.
xxxi Ibid. P 23.
xxxii Cayetano Ibarra, La otra mitad de la historia que nos contaron. Fuente de Cantos, República y Guerra (1931-1939), Badajoz, Departamento de publicaciones de la Diputación Provincial de Badajoz, 2005, P. 86. Como el autor explica en el fragmento reseñado, en Fuente de Cantos se llama “costillas” a las ballestas, unos armadijos para cazar pájaros.
xxxiii Ángel Olmedo Alonso, El anarquismo extremeño frente al poder. Estudio de un periódico libertario: El Amigo del Pueblo. Azuaga 1930-1933, Cáceres, Diputación de Cáceres, Institución Cultural El Brocense, 1997, Pág. 65.
xxxiv Francisco Madrid, Solidaridad Obrera y el periodismo de raíz ácrata, Badalona, Ediciones Soidaridad Obrera, 2007, p. 76.
xxxv Ya en 1902 Tierra y Libertad vendía 15000 números, lo cual nos da idea de su alcance influencia en la población obrera, tanto en la de carácter industrial como en la campesina.
xxxvi Tierra y Libertad, 29-11-1906, Pág. 4.
xxxvii Alejandro Civantos Urrutia, Obra citada, pág. 85.
xxxviii Embrión de la CNT.
xxxix Los delegados de las sociedades federadas, reunidos el 3 de agosto en el local de la Dependencia Mercantil, acordaron que la Federación publicara un periódico y la Sociedad de Camareros “La Unión” ofreció ceder el que editaba, Despertar Social, adoptándose el título de Solidaridad Obrera. Olaya Morales, Francisco, obra citada, pág. 181.
xl Solidaridad Obrera, Año 1, Nº 1, Barcelona, 19-10-1907, Pág. 4.
xli La Región Extremeña, 08-10-1907, Pág. 2. La Región Extremeña, 20-11-1907, Pág 1.
xlii Ángel Pestaña, Historia de las ideas y de las luchas sociales en España, en Orto, Revista de documentación social, noviembre de 1932, pág. 32. Tuvimos constancia de esta fuente gracias a los trabajos de Roberto C. Montañés Pereira sobre el anarquismo en Extremadura.
xliii Las fechas de la convocatoria difieren según la fuente. Solidaridad Obrera la data el 3 de octubre, La Región Española el 8 de octubre y Ángel Pestaña el 5 de noviembre. Podría ser que, tratándose de una misma circular, se enviaran varias y sucesivas convocatorias.
xliv Ángel Pestaña, artículo citado, pág. 34.
xlv Desde Azuaga, La Región Extremeña, 5-11-1907, Pág. 1.
xlvi Sobre la Germinal Obrera (1899-1902), ver la serie de artículos El Badajoz anarquista de 1900 publicados por Chema Álvarez Rodríguez en El Salto Extremadura
xlvii Federación de los Trabajadores de la Región Española, continuadora de la Federación Regional Española y heredera de la Internacional, 1881-1888.
xlviii Los colectivistas establecían que para acabar con la explotación en la sociedad había que establecer la colectivización de los instrumentos de trabajo, el capital, la tierra y las materias primas. El producto seria disfrutado por todos aquellos que hubieran contribuido a crearlo por medio de su trabajo y esfuerzo. Los anarquistas-comunistas, también llamados socialistas revolucionarios, establecían que no solo los medios de producción deben pertenecer a la colectividad, sino también el producto mismo, sin distinción alguna. Mientras los colectivistas decían “a cada uno según sus servicios”, los comunistas libertarios señalaban “a cada uno según sus necesidades”. Para una mejor aclaración sobre estos aspectos, su origen, desarrollo e influencia en el anarquismo español, ver Clara E. Lida, Anarquismo y revolución en la España del XIX, Madrid, Siglo XXI de España Editores, 1972, p. 242-246.
xlix Nuevo Diario de Badajoz, 1-06-1901, Pág. 1.
l Una carta, La Región Extremeña, 18-05-1906, Pág. 2.
li Correspondencia administrativa, Tierra y Libertad, 6-12-1906, Pág. 4.
lii La Región Extremeña, 25-11-1907, Pág. 1.
liii Timoteo Pagador, Local y Regional, Conferencia de sociedades obreras, en La Región Española, 25-11-1907, Pág. 1.
liv Movimiento obrero, Mérida. Solidaridad Obrera, Año 1, Nº 7, Barcelona, 30-11-1907, Pág. 4.
lv Ángel Pestaña, Historia de las ideas y de las luchas sociales en España, VII, en Orto
lvi La Unión Extremeña, en La Región Extremeña, 16-01-1908, Pág. 1.
lvii El Noticiero, Diario de Cáceres, 13-01-1908, Pág. 1.
lviii Timoteo Pagador, Una carta, La Región Extremeña, 22-01-1908, Pág. 2.
lix Adolfo Escobar, Local y Regional, Comunicado, en La Región Extremeña, 26-01-1908, Pág. 1.
lx T. Pagador, Comunicado, La Región Extremeña, 1-02-1908, Pág. 1.
lxi Abad de Santillán, Diego, Contribución a la historia del movimiento obrero español, Puebla, 1962/1971, tomo II, pag. 39
lxii Carretero Melo, Antonio, Avance para la catalgación de las publicaciones periódicas extremeñas. Badajoz y provincia (1880-1917), Campo Abierto (Badajoz), nº 4, pp. 253-271.
lxiii Francisco Madrid, Op Cit, p. 88.
lxiv Manuel Buenacasa, El movimiento obrero español, 1886-1926, Gijón, Ediciones Júcar, 1977, p. 37. Citado también por Ángel Olmedo Alonso, op. Cit.
lxv Estribillo de la versión anarquista de La Internacional.
Autor: Chema Álvarez
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